Día Internacional de la Enfermedad por Hígado Graso no Alcohólico

NASH son las siglas en inglés de esteatohepatitis no alcohólica (Non-Alcoholic SteatoHepatitis). Puede definirse como la manifestación hepática de un trastorno metabólico, y es la forma más grave de la enfermedad del hígado graso no alcohólica (NAFLD).
 
NASH está estrechamente relacionada con la triple epidemia de obesidad, prediabetes y diabetes. Pero sus síntomas a menudo son silenciosos o no específicos de NASH, lo cual dificulta el diagnóstico. Como consecuencia, los pacientes con NASH pueden ignorar su afección hasta etapas avanzadas de la enfermedad.
 
UNA ENFERMEDAD VINCULADA AL ESTILO DE VIDA MODERNO
El estilo de vida (p. ej., la ingesta crónica de calorías en exceso, el sedentarismo) influye considerablemente en NASH, la cual difiere de otras enfermedades del hígado graso causadas por el abuso en el consumo de alcohol o los efectos secundarios de medicamentos.
 
FACTORES DE RIESGO
Los síntomas de NASH a menudo son invisibles hasta que el hígado sufre daños irreparables. Sin embargo, entender los factores de riesgo de NASH puede ayudar a los pacientes en riesgo a recibir el diagnóstico correcto:
 
HIPERTENSIÓN
CARDIOPATÍA
ALTOS NIVELES DE LÍPIDOS EN SANGRE
RESISTENCIA A LA INSULINA
DIABETES TIPO 2
OBESIDAD
 
UNA ENFERMEDAD PROGRESIVA POTENCIALMENTE MORTAL
NASH empeora el estado cardio metabólico de los pacientes y está relacionada con un mayor riesgo de muerte causada por eventos cardiovasculares.
 
Hasta un 38 % de las muertes en pacientes con NASH están directamente relacionadas con eventos cardiovasculares. Si bien los pacientes ignoran el estado de su hígado, NASH puede progresar hacia etapas más graves, como fibrosis avanzada, cirrosis, insuficiencia hepática o cáncer de hígado, impulsado por la balonización hepatocelular y la inflamación.
 
En etapas avanzadas de la enfermedad, es posible que el trasplante de hígado sea la única opción para el paciente. Sin embargo, este riesgoso procedimiento quirúrgico está asociado con diversas complicaciones, sin mencionar las largas listas de espera debido a la falta de órganos sanos disponibles de los donantes, o los problemas de elegibilidad relacionados con la afección del paciente.
 
Fuente: The nash education program